Información sobre las evaluaciones en la Universidad de Granada

Aquí compartimos información sobre la normativa de evaluación de la UGR para que no nos mangoneen en los exámenes, y decimos lo siguiente del calendario académico impuesto desde este curso:
Este año se ha puesto en marcha un plan nuevo de calendario académico. Este calendario, sin embargo, ha sido impuesto por el Rectorado de manera antidemocrática, sin contar en ningún momento con la opinión de las estudiantes, inventándose que estaba haciendo un proceso de toma de decisiones que en realidad no existía. Durante el curso pasado, hemos apostado siempre por la democracia, e impulsamos un proceso de consulta por votación que expresase definitivamente la posición de las estudiantes sobre esta cuestión. La respuesta era clara: en todas las facultades en las que se ofreció mantener el calendario anterior, con septiembre como mes de recuperaciones finales, se tomó esta opción como mayoritaria superando las que tenían julio como mes de final de los cursos académicos. En reunión con la rectora, tratamos de hacer que esta voz fuera escuchada, y la respuesta fue la siguiente: los beneficios para la gestión administrativa están por encima de nuestros derechos como estudiantes y nuestra formación. Ahora podemos ver el efecto de la implantación de este calendario: las clases tardan en empezar más de lo debido en primero por los plazos de matrícula que no han acompañado al calendario como prometía la rectora; el periodo lectivo del primer cuatrimestre es reducido más todavía, siendo ello un deterioro de las condiciones de estudio, puesto que por mucho que se acorte el tiempo, la cantidad de materia para ser competentes no disminuye, haciendo que la carga extracurricular sea mayor para nosotras, lo que dificulta a su vez la compatibilización del trabajo y los estudios para las que no tienen apoyo económico, todo ello consecuencias directamente evitables sin el cambio impuesto desde el rectorado. Se está convirtiendo en una costumbre triste el ser examinadas de materia que no se ha dado en profundidad en el aula por falta de tiempo, y eso no ha hecho más que empeorar la situación. Que haya exámenes de recuperación en julio hace que, además, las estudiantes que acostumbraban a trabajar en verano para poder seguir estudiando al curso siguiente tengan que perder un mes de trabajo, o incluso el mismo empleo en exámenes que podrían haber hecho pasada la temporada. Motivo esgrimido por el rectorado para este cambio ha sido, irónicamente, que una vez hechos los exámenes en julio, tendríamos 2 meses para estar tranquilas, y son dos meses en los que podemos disfrutar de la vida. Para nosotras, ese es tiempo en el que podríamos haber estado estudiando en vez de pasar los días pensando qué habría pasado de haberlo tenido para no suspender y no tener que pagar, la que pueda, una nueva matrícula.
Sin embargo, todo esto todavía podemos cambiarlo. Las estudiantes todavía tenemos la capacidad de organizarnos y dar una respuesta al Rectorado, hacernos responsables de nuestro futuro y tomar las riendas de nuestra formación. No debemos dejarnos llevar por las falacias de una rectora que quiere, en primera instancia, una universidad al servicio de bancos y empresas privadas, y en última, que esa universidad sirva solamente para la formación de personas con muchos recursos económicos. ¡NO A LOS CALENDARIOS IMPUESTOS! ¡SÍ A LA VOZ DE LAS ESTUDIANTES!


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