COMUNICADO ANTE LO OCURRIDO EL 14-N.

Los y las compañeras que participamos en su día en el CSE y quiénes nos incorporamos recientemente en lo que es la Unión Sindical Estudiantil. USE. queremos hacer las siguientes aclaraciones para acabar con las difamaciones que algunas organizaciones estudiantiles vierten sobre nosotrxs.
El CSE estuvo compuesto por diferentes organizaciones políticas y también personas independientes. En 2017, año en el que comenzaron las crispaciones y mayores enfrentamientos dentro del sindicato, existían dos corrientes políticas en su seno. Uno de los debates contradictorios se centraba sobre la expansión o no del CSE a nivel andaluz e incluso estatal y Por otro lado, sobre cómo tratar cuestiones relacionadas con denuncias de acoso. Llegaron unos testimonios a que acusaban a compañeros del CSE de acoso y actitudes machistas. Esos testimonios no los conocieron la totalidad del sindicato, fueron tres testimonios, los cuales fueron leídos a viva voz en una asamblea general del sindicato, en la cual, se exigía por parte de una serie de compañeros y compañeras la expulsión de los tres compañeros acusados (en ese momento tres, aunque hubo un cuarto, perteneciente a otra corriente política al cual no se acusó en esa asamblea y el cual tuvo derecho, su organización política, a llevar a cabo una investigación) sin investigación de ningún tipo. Otra parte del sindicato, defendió la creación de una comisión de investigación interna así como externa para facilitar que las denunciantes se sintiesen más cómodas y para esclarecer los hechos y tomar las medidas pertinentes ante éstos. Defender esa postura siempre ha sido motivo de todo tipo de acusaciones por la otra parte del sindicato, la más grave: encubridores y encubridoras de machistas y acosadores. Todas las personas que defendimos la comisión de investigación en ese momento no dudamos en ningún caso de ninguna de las mujeres que denunciaban una situación de acoso o actitud machista, sólo quisimos dar un espacio para esclarecer con exactitud lo que había sucedido con el fin de poder tomar las medidas oportunas en el seno del sindicato y para trabajarlo políticamente toda actitud machista. Quisimos delimitar grados y gravedad de cada acusación y a partir de ahí, tomar medidas pertinentes. Más tarde supimos que uno de esos tres testimonios, había sido tergiversado y fue posteriormente desmentido por la propia mujer estudiante.
A consecuencia de todo esto, se fracturó el sindicato en dos, y de ahí surge la Unión Sindical Estudiantil. Dentro de éste no participa ninguno de los miembros acusados en aquel momento. De ahí que sea increíble que organizaciones estudiantiles sigan difamándonos a día de hoy.
Por otro lado, queremos aclarar la acusación que se hace, en la actualidad, a un compañero militante de la USE. Dicha acusación se basa en un acontecimiento ocurrido en la facultad de Filosofía y Letras mientras se pegaban carteles de las campañas que intentamos trabajar desde la USE. Una de ellas, por cierto, la de exigir que toda publicidad de una empresa privada o entidad bancaria esté fuera totalmente de los espacios de la universidad pública. La confrontación se dio entre dos militantes del sindicato y una trabajadora de una empresa privada cuando ésta arrancaba los carteles de nuestro sindicato. En ningún caso hubo una agresión machista. Esta acusación se ha llevado a organismos de la facultad y los propios trabajadores de la universidad que presenciaron la disputa han negado tal agresión.
La situación que vivimos las y los compañeras de la USE en la manifestación de la huelga del 14-N fue totalmente aberrante y es inaceptable. La Unión Sindical Estudiantil secundó la huelga convocada a nivel estatal por Libres y Combativas (Sindicato de Estudiantes) porque estamos de acuerdo con la principal reivindicación y porque pensamos que además hay otras campañas que transversalizando la cuestión de género son importantes trabajar y sacar a las calles. Lo último por lo que se luchó ese día fue por una educación pública y feminista pues se desvirtuó el valor del movimiento estudiantil y difamó en nombre del feminismo a una organización sindical que luchaba por las razones de esa convocatoria y en la que había estado trabajando. Las personas que asistieron tuvieron que sentirse confusas ante la incompetencia del movimiento estudiantil ya que se intentó expulsar a una organización de la manifestación excusándose en unas acusaciones a unos compañeros que no forman parte del sindicato. Es más, todas estas acusaciones se llevan a cabo en el momento en el que la Unión Sindical Estudiantil decide desplegar su pancarta, no antes. Intentar expulsar de una manifestación a una organización sindical de izquierdas supone franquear una línea roja. En lugar de tratar esas cuestiones en reuniones y tratar de avanzar todos y todas se pretende, al contrario, utilizarlas para tratar de neutralizar a una organización sindical propia, feminista y plural en la izquierda. Ningún sindicato puede intentar hegemonizar por sí solo el movimiento estudiantil, y mucho menos, tratar de ponerse por encima de éste. Éste es plural y diverso. Por tanto, debemos trabajar en pos de todo lo contrario: reforzar a todo o toda estudiante, movimiento o asamblea que trate de mejorar las condiciones de estudio o que luche por una educación pública, gratuita y en igualdad para todos y todas.
Los diferentes sindicatos no pueden entorpecer la lucha estudiantil. Existen diferencias entre todos, por eso se construyen diferentes espacios, pero por encima de eso está la unidad de acción de todxs lxs estudiantes, organizados o no ya que en teoría lo que nos une es más importante que lo que nos diferencia. No se trata de ver si somos lxs primerxs en convocar. Tampoco de si llevamos banderas que nos representen. Cada cual es libre de mostrar la organización en la que lucha y se organiza, y eso no puede fracturar el movimiento estudiantil ni la representación sindical, se trata de construirse colectivamente, creando espacios de lucha en diferentes frentes y con distintas formas pero bajo los mismos fines, lo cual nos ha de permitir construir una hegemonía colectiva capaz de enfrentarse a los regímenes de poder que precarizan a la clase trabajadora, la explotan, matan y humillan. Nuestra fractura es su risa.
Por último, desde la Unión Sindical Estudiantil decimos que no vamos a tolerar que se nos agreda y amedrente a la hora de hacer sindicalismo y por todo lo dicho anteriormente, hacemos un llamamiento a todas las organizaciones o estudiantes que quieran reunirse con nosotrxs para mejorar la situación actual dentro del movimiento estudiantil granadino, siempre éste destacado por su combatividad y capacidad de llenar las calles por la mejora de la educación pública.

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