El 24 de octubre, amplios sectores del movimiento obrero han
convocado una serie de manifestaciones en todo el Estado Español
exigiendo el respeto de los derechos laborales, los derechos sociales y
los servicios públicos, entre los que está la exigencia de un sector
educativo que abandone de una vez por todas la senda de los recortes,
con un personal docente y administrativo que pueda cumplir sus
funciones, y unos y unas estudiantes que tengan garantizado el derecho a
la educación que merece.
El mundo obrero se mueve, y todo lo que pueda ganar es lo que pueden ganar las y los estudiantes, que somos trabajadorxs en formación. Por tanto, es justo plantear que estemos allí donde está la lucha. Los derechos laborales se traducen de manera natural en derechos para la educación y para la profesionalización, que es lo que hacemos como miembros de la clase trabajadora dentro de las instituciones académicas.
La Unión Sindical Estudiantil (USE) defiende que las victorias de trabajadores y estudiantes en todos y de todos los sectores solo pueden alcanzarse a través de la unidad, y que ese vínculo debe ser promovido por organizaciones y personas, formemos parte o no de los colectivos que, coyunturalmente, están enzarzados en conflictos por los derechos laborales y sociales, desde los trabajadorxs de una pequeña empresa en la que no se cumplen las normas laborales hasta las personas jubiladas, que ven que una vida entera de contribución a la sociedad se queda en saco roto con el valor de las pensiones; desde los y las estudiantes que se quedan sin beca de estudios hasta las personas que luchan por poder vivir en su única casa cuando ya no tienen medios, dentro de un sistema que nos aprisiona, nos explota y nos desecha.
Entonces, no podemos entender movernos con convocatorias en las que solo deban defenderse los intereses de las y los estudiantes, aunque no nos negamos a ellas como colectivo en lucha. La lucha de toda la clase trabajadora es también la lucha por nuestros objetivos, ya que una educación pública, gratuita, de calidad y en igualdad solo podrá ser una realidad en una sociedad justa, solidaria, democrática y, a fin de cuentas, sin explotación ni miseria.
LA SITUACIÓN DEL ESTUDIANTADO
Año tras año lxs estudiantes de la enseñanza pública vemos cómo nuestras condiciones de estudio se ven mermadas por un sistema que lo único que hace es recortar en todos los servicios públicos en favor de los privados y concertados. Desde el comienzo de la crisis, momento en el que comienzan los recortes en la educación pública de manera más feroz, no hemos vuelto a recuperar lo perdido, aunque se hable de recuperación económica y de salida de la crisis. Lxs estudiantes tenemos la obligación de decir una y otra vez, y de manera clara, que la educación es un derecho y no un privilegio. Solo en la Universidad de Granada (UGR) hay más de 10000 estudiantes menos que hace apenas siete años; sin hablar de la pérdida de becas propias de la UGR: el curso pasado se dieron casi 700 becas menos que años anteriores (datos todos publicados por la propia UGR). Por otro lado, nos encontramos con la problemática de las enseñanzas medias. En esta ciudad se están reduciendo muchas unidades de secundaria. Estas medidas hacen que se reduzca el alumnado en el sector público: más de 500 estudiantes menos en la ESO y más de 1200 estudiantes menos en bachillerato, lo que provoca un aumento en la escuela concertada y privada. Por no hablar de la situación en la que se encuentran las FP: no realización de las prácticas al completo a causa de malas condiciones en los centros o por falta de materiales en éstos, haciendo así que se vea totalmente precarizada la enseñanza pública, en favor, además, de la realización de unas prácticas en el sector privado (y sin remuneración).
En la USE pensamos que es necesario un trabajo continuo en nuestros centros de estudio y además la movilización en la calle para decir bien alto que la educación no se vende, sino que se defiende.
Somos conscientes de que debemos luchar en nuestras facultades por un calendario acorde a nuestras necesidades. La implantación del nuevo calendario académico fue una decisión totalmente antidemocrática, sin contar realmente con la opinión de lxs estudiantes, ni tampoco toda la comunidad que conforma la universidad (PAS, PDI y otros sectores de trabajadores/as). El nuevo calendario académico va a tener un efecto devastador en lxs estudiantes provenientes de familias trabajadoras; sobre aquellxs que necesitan trabajar para poder pagar sus estudios. Esto, ligado al modelo universitario implantado por Bolonia en el que el tiempo de vida fuera de la universidad se ve reducido al mínimo, va a suponer tremendas problemáticas sobre el estudiantado. El hecho de que las clases comiencen antes y puedan terminar más tarde dificulta a lxs estudiantes que tienen que trabajar la campaña de verano para poder pagarse sus estudios. Por otro lado, las fechas de las recuperaciones, al estar muy juntas en el tiempo con las fechas oficiales de exámenes, hacen que lxs estudiantes “jueguen” entre una fecha y otra, con lo cual, si realizas el examen en la convocatoria extraordinaria, de facto tienes una oportunidad menos para pasar el examen (y lo que eso conlleva, tener que realizar doble matriculación al curso siguiente, con la carga económica consiguiente). Además, creemos que este cambio de calendario afecta más a las mujeres estudiantes, ya que tenemos unas cargas de cuidados impuestas que suponen una parte muy significativa de nuestras vidas, y contra lo que nos posicionamos y luchamos por un reparto equitativo de dichas tareas. Las tareas de cuidados, sumadas al reducido tiempo entre exámenes oficiales y recuperaciones, pueden repercutir de manera más clara en las mujeres.
Por otro lado, creemos que este nuevo calendario debería haberse implantado después de haber hecho un análisis de las condiciones de infraestructuras que tenemos en algunas facultades: no existen un condicionamiento climático y esto lleva a dar las clases y realizar los exámenes en los meses de calor a más de 30 grados (cuando la media legar para impartir clase es de 27 grados).
CONTRA LA EMPRESA PRIVADA DENTRO DE LA UNIVERSIDAD
La Universidad de Granada aparece cada día llena de carteles donde alguna empresa se publicita. Esto es reflejo del avance conjunto a las políticas neoliberales que lleva a cabo la UGR; vemos, por ejemplo, cómo se externalizan los servicios de la universidad o cómo este año se va a llevar a cabo un proceso de funcionarización, sin realmente ser claros en las garantías de consolidar a lxs trabajadorxs que llevan realizando trabajos dentro del UGR durante años, creando así una situación de precariedad y vulnerabilidad en lxs trabajadorxs, que se manifestaron frente a la puerta del rectorado el pasado 22 de septiembre exigiendo universidad pública, de calidad y democrática.
Los comedores universitarios pueden pronto acabar privatizados, poniendo en riesgo la economía del estudiantado que aprovecha el precio reducido para comer dignamente. Además, dependemos del certificado de idiomas para obtener nuestro título universitario, un título que requiere pagar a las empresas tasas por hacer sus exámenes, junto al dinero de las clases particulares a las que se recurren con frecuencia para aprobar el examen (formación que debería ser dada por la universidad ya que se exige ese título para acabar nuestros estudios). Todo es un suma y sigue: cada vez la vida del estudiante se va encareciendo y los derechos sociales se van diluyendo en favor de la oligarquía empresarial y política. Vemos con normalidad como, por ejemplo, el banco Santander se integra con la universidad al tiempo que financia la fabricación y venta de armas que provocan la guerra y el genocidio en Oriente Medio.
O aceptamos con indiferencia el robo y saqueo hacia lxs jóvenes de clase trabajadora o nos organizamos para enfrentarlo. ¡No queremos empresas en la universidad! ¡No queremos que nos roben las garantías sociales ni que se blanquee su imagen en un ambiente de estudio y aprendizaje! ¡Queremos aulas libres de publicidad empresarial, exámenes de certificado de idioma gratuitos y públicos, servicios que garanticen por un lado un espacio propicio al estudio y al aprendizaje, y por otro condiciones laborales justas y dignas para todo trabajador/a de la universidad.
SOBRE EL PROTOCOLO FEMINISTA EN LA UGR
Por otro lado, la universidad no es un espacio libre de violencia patriarcal. Por ello entendemos el Protocolo de la Universidad de Granada para la Prevención y Respuesta ante el Acoso, como una de las medidas que se han tomado por parte de la UGR. Sin embargo, desde un superfluo análisis pueden verse insuficiencias en él. Lxs estudiantes y lxs trabajadorxs de las facultades necesitamos la seguridad de que el método de actuación es adecuado, específico y garantizado. La redundancia del documento y su terminología tan jurídica y poco específica evita una determinación del propio plan en cuanto a cómo se va actuar al sancionar al acosador o la parte organizativa del procesamiento de la denuncia. Estas insuficiencias de contenido concreto no son las únicas que podemos encontrar. También las hay de incumplimiento de los mismos objetivos que se postulan. Para que funcione adecuadamente, es necesaria una difusión, que el mismo documento recoge como obligatoria en su principal parte de prevención primaria. Exigimos que se haga una completa orientación acerca del documento y se difunda como correspondería, con unas formaciones y charlas adecuadas. Igualmente se habla de buzones y lugares “seguros” en los que puedes dejar cualquier consulta y duda, aunque desde nuestro sindicato creemos que es importante que se le dé mayor visibilidad a las vías a las que dirigirse. Creemos que, si esto no se solventa, se deja de lado el carácter preventivo que se supone que tiene el protocolo, y esto se traducirá en una desinformación de los casos posibles de acoso y de una confusión a la hora de dónde acudir a deninciar. También es importante señalar que en la clasificación de tipos de acoso no hay ninguno que agrupe los casos por cuestiones de género, que se diferenciarían de las de sexo, presentando pocas explicaciones sobre la violencia que puede sufrir el colectivo LGTB+ como grupo oprimido.
La obligación de nuestra Universidad es garantizarnos espacios seguros para todo el mundo, este protocolo es una evidencia de la necesidad de una perspectiva feminista y crítica en las filas administrativas y jurídicas de la UGR. Y además creemos que es necesario fomentar, no sólo el avance para la mujer que denuncie algún caso de acoso (profundamente necesario) sino también buscar mecanismos que hagan avanzar a los hombres y erradicar el problema del machismo y el patriarcado de raíz. Queremos nuestras facultades limpias de machismo, acoso a minorías y violencia, y dado que en su contexto teórico vemos muchas faltas, pensamos que debemos avanzar para que este protocolo sea realmente efectivo.
Pero también creemos que un documento de estas características nunca será la solución final para acabar con el machismo dentro de la universidad mientras no se cambie la estructura jerarquizada que encontramos en la escuela y universidad pública. Por todo ello, reivindicamos:
- Mayor difusión del protocolo
- Ejemplificar las medidas llevadas a cabo para la protección hacia las mujeres
- Ejemplificar la actuación ante la persona acusada
ANTE LA CREACIÓN DEL METROPOLITANO DE GRANADA
Con la implantación del Metropolitano de Granada, muchas líneas de autobús que conectaban la Vega con el centro quedaron canceladas o con un servicio reducido al mínimo. Con ello, muchxs estudiantes se han quedado sin poder conectar con la ciudad desde las partes más remotas, a menos que utilicen el metro.
Un año después, lxs trabajadorxs de la empresa adjudicataria se pusieron en huelga por las malas condiciones de su trabajo y la falta de negociación de un convenio colectivo. Hoy siguen peleando por mejorar estas cuestiones.
Además, la llegada del metro ha venido acompañada de unas tarifas más altas que las de los autobuses, sin que se ofrezca al estudiantado una tarifa compensatoria que permita acceder a los campus e IES de manera asequible. Exigimos, por tanto, que se ponga una tarifa para estudiantes en el metro de Granada.
Por todo esto, el próximo día 24 de octubre, y en todas las fechas que están por venir, la USE convoca a huelga estudiantil.
¡OBRERXS Y ESTUDIANTES, UNIDXS Y ADELANTE!
¡FUERA EMPRESAS DE LA UNIVERSIDAD!
¡FUERA MACHISMO DE LAS AULAS!
¡POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA, GRATUITA, DE CALIDAD Y EN IGUALDAD
El mundo obrero se mueve, y todo lo que pueda ganar es lo que pueden ganar las y los estudiantes, que somos trabajadorxs en formación. Por tanto, es justo plantear que estemos allí donde está la lucha. Los derechos laborales se traducen de manera natural en derechos para la educación y para la profesionalización, que es lo que hacemos como miembros de la clase trabajadora dentro de las instituciones académicas.
La Unión Sindical Estudiantil (USE) defiende que las victorias de trabajadores y estudiantes en todos y de todos los sectores solo pueden alcanzarse a través de la unidad, y que ese vínculo debe ser promovido por organizaciones y personas, formemos parte o no de los colectivos que, coyunturalmente, están enzarzados en conflictos por los derechos laborales y sociales, desde los trabajadorxs de una pequeña empresa en la que no se cumplen las normas laborales hasta las personas jubiladas, que ven que una vida entera de contribución a la sociedad se queda en saco roto con el valor de las pensiones; desde los y las estudiantes que se quedan sin beca de estudios hasta las personas que luchan por poder vivir en su única casa cuando ya no tienen medios, dentro de un sistema que nos aprisiona, nos explota y nos desecha.
Entonces, no podemos entender movernos con convocatorias en las que solo deban defenderse los intereses de las y los estudiantes, aunque no nos negamos a ellas como colectivo en lucha. La lucha de toda la clase trabajadora es también la lucha por nuestros objetivos, ya que una educación pública, gratuita, de calidad y en igualdad solo podrá ser una realidad en una sociedad justa, solidaria, democrática y, a fin de cuentas, sin explotación ni miseria.
LA SITUACIÓN DEL ESTUDIANTADO
Año tras año lxs estudiantes de la enseñanza pública vemos cómo nuestras condiciones de estudio se ven mermadas por un sistema que lo único que hace es recortar en todos los servicios públicos en favor de los privados y concertados. Desde el comienzo de la crisis, momento en el que comienzan los recortes en la educación pública de manera más feroz, no hemos vuelto a recuperar lo perdido, aunque se hable de recuperación económica y de salida de la crisis. Lxs estudiantes tenemos la obligación de decir una y otra vez, y de manera clara, que la educación es un derecho y no un privilegio. Solo en la Universidad de Granada (UGR) hay más de 10000 estudiantes menos que hace apenas siete años; sin hablar de la pérdida de becas propias de la UGR: el curso pasado se dieron casi 700 becas menos que años anteriores (datos todos publicados por la propia UGR). Por otro lado, nos encontramos con la problemática de las enseñanzas medias. En esta ciudad se están reduciendo muchas unidades de secundaria. Estas medidas hacen que se reduzca el alumnado en el sector público: más de 500 estudiantes menos en la ESO y más de 1200 estudiantes menos en bachillerato, lo que provoca un aumento en la escuela concertada y privada. Por no hablar de la situación en la que se encuentran las FP: no realización de las prácticas al completo a causa de malas condiciones en los centros o por falta de materiales en éstos, haciendo así que se vea totalmente precarizada la enseñanza pública, en favor, además, de la realización de unas prácticas en el sector privado (y sin remuneración).
En la USE pensamos que es necesario un trabajo continuo en nuestros centros de estudio y además la movilización en la calle para decir bien alto que la educación no se vende, sino que se defiende.
Somos conscientes de que debemos luchar en nuestras facultades por un calendario acorde a nuestras necesidades. La implantación del nuevo calendario académico fue una decisión totalmente antidemocrática, sin contar realmente con la opinión de lxs estudiantes, ni tampoco toda la comunidad que conforma la universidad (PAS, PDI y otros sectores de trabajadores/as). El nuevo calendario académico va a tener un efecto devastador en lxs estudiantes provenientes de familias trabajadoras; sobre aquellxs que necesitan trabajar para poder pagar sus estudios. Esto, ligado al modelo universitario implantado por Bolonia en el que el tiempo de vida fuera de la universidad se ve reducido al mínimo, va a suponer tremendas problemáticas sobre el estudiantado. El hecho de que las clases comiencen antes y puedan terminar más tarde dificulta a lxs estudiantes que tienen que trabajar la campaña de verano para poder pagarse sus estudios. Por otro lado, las fechas de las recuperaciones, al estar muy juntas en el tiempo con las fechas oficiales de exámenes, hacen que lxs estudiantes “jueguen” entre una fecha y otra, con lo cual, si realizas el examen en la convocatoria extraordinaria, de facto tienes una oportunidad menos para pasar el examen (y lo que eso conlleva, tener que realizar doble matriculación al curso siguiente, con la carga económica consiguiente). Además, creemos que este cambio de calendario afecta más a las mujeres estudiantes, ya que tenemos unas cargas de cuidados impuestas que suponen una parte muy significativa de nuestras vidas, y contra lo que nos posicionamos y luchamos por un reparto equitativo de dichas tareas. Las tareas de cuidados, sumadas al reducido tiempo entre exámenes oficiales y recuperaciones, pueden repercutir de manera más clara en las mujeres.
Por otro lado, creemos que este nuevo calendario debería haberse implantado después de haber hecho un análisis de las condiciones de infraestructuras que tenemos en algunas facultades: no existen un condicionamiento climático y esto lleva a dar las clases y realizar los exámenes en los meses de calor a más de 30 grados (cuando la media legar para impartir clase es de 27 grados).
CONTRA LA EMPRESA PRIVADA DENTRO DE LA UNIVERSIDAD
La Universidad de Granada aparece cada día llena de carteles donde alguna empresa se publicita. Esto es reflejo del avance conjunto a las políticas neoliberales que lleva a cabo la UGR; vemos, por ejemplo, cómo se externalizan los servicios de la universidad o cómo este año se va a llevar a cabo un proceso de funcionarización, sin realmente ser claros en las garantías de consolidar a lxs trabajadorxs que llevan realizando trabajos dentro del UGR durante años, creando así una situación de precariedad y vulnerabilidad en lxs trabajadorxs, que se manifestaron frente a la puerta del rectorado el pasado 22 de septiembre exigiendo universidad pública, de calidad y democrática.
Los comedores universitarios pueden pronto acabar privatizados, poniendo en riesgo la economía del estudiantado que aprovecha el precio reducido para comer dignamente. Además, dependemos del certificado de idiomas para obtener nuestro título universitario, un título que requiere pagar a las empresas tasas por hacer sus exámenes, junto al dinero de las clases particulares a las que se recurren con frecuencia para aprobar el examen (formación que debería ser dada por la universidad ya que se exige ese título para acabar nuestros estudios). Todo es un suma y sigue: cada vez la vida del estudiante se va encareciendo y los derechos sociales se van diluyendo en favor de la oligarquía empresarial y política. Vemos con normalidad como, por ejemplo, el banco Santander se integra con la universidad al tiempo que financia la fabricación y venta de armas que provocan la guerra y el genocidio en Oriente Medio.
O aceptamos con indiferencia el robo y saqueo hacia lxs jóvenes de clase trabajadora o nos organizamos para enfrentarlo. ¡No queremos empresas en la universidad! ¡No queremos que nos roben las garantías sociales ni que se blanquee su imagen en un ambiente de estudio y aprendizaje! ¡Queremos aulas libres de publicidad empresarial, exámenes de certificado de idioma gratuitos y públicos, servicios que garanticen por un lado un espacio propicio al estudio y al aprendizaje, y por otro condiciones laborales justas y dignas para todo trabajador/a de la universidad.
SOBRE EL PROTOCOLO FEMINISTA EN LA UGR
Por otro lado, la universidad no es un espacio libre de violencia patriarcal. Por ello entendemos el Protocolo de la Universidad de Granada para la Prevención y Respuesta ante el Acoso, como una de las medidas que se han tomado por parte de la UGR. Sin embargo, desde un superfluo análisis pueden verse insuficiencias en él. Lxs estudiantes y lxs trabajadorxs de las facultades necesitamos la seguridad de que el método de actuación es adecuado, específico y garantizado. La redundancia del documento y su terminología tan jurídica y poco específica evita una determinación del propio plan en cuanto a cómo se va actuar al sancionar al acosador o la parte organizativa del procesamiento de la denuncia. Estas insuficiencias de contenido concreto no son las únicas que podemos encontrar. También las hay de incumplimiento de los mismos objetivos que se postulan. Para que funcione adecuadamente, es necesaria una difusión, que el mismo documento recoge como obligatoria en su principal parte de prevención primaria. Exigimos que se haga una completa orientación acerca del documento y se difunda como correspondería, con unas formaciones y charlas adecuadas. Igualmente se habla de buzones y lugares “seguros” en los que puedes dejar cualquier consulta y duda, aunque desde nuestro sindicato creemos que es importante que se le dé mayor visibilidad a las vías a las que dirigirse. Creemos que, si esto no se solventa, se deja de lado el carácter preventivo que se supone que tiene el protocolo, y esto se traducirá en una desinformación de los casos posibles de acoso y de una confusión a la hora de dónde acudir a deninciar. También es importante señalar que en la clasificación de tipos de acoso no hay ninguno que agrupe los casos por cuestiones de género, que se diferenciarían de las de sexo, presentando pocas explicaciones sobre la violencia que puede sufrir el colectivo LGTB+ como grupo oprimido.
La obligación de nuestra Universidad es garantizarnos espacios seguros para todo el mundo, este protocolo es una evidencia de la necesidad de una perspectiva feminista y crítica en las filas administrativas y jurídicas de la UGR. Y además creemos que es necesario fomentar, no sólo el avance para la mujer que denuncie algún caso de acoso (profundamente necesario) sino también buscar mecanismos que hagan avanzar a los hombres y erradicar el problema del machismo y el patriarcado de raíz. Queremos nuestras facultades limpias de machismo, acoso a minorías y violencia, y dado que en su contexto teórico vemos muchas faltas, pensamos que debemos avanzar para que este protocolo sea realmente efectivo.
Pero también creemos que un documento de estas características nunca será la solución final para acabar con el machismo dentro de la universidad mientras no se cambie la estructura jerarquizada que encontramos en la escuela y universidad pública. Por todo ello, reivindicamos:
- Mayor difusión del protocolo
- Ejemplificar las medidas llevadas a cabo para la protección hacia las mujeres
- Ejemplificar la actuación ante la persona acusada
ANTE LA CREACIÓN DEL METROPOLITANO DE GRANADA
Con la implantación del Metropolitano de Granada, muchas líneas de autobús que conectaban la Vega con el centro quedaron canceladas o con un servicio reducido al mínimo. Con ello, muchxs estudiantes se han quedado sin poder conectar con la ciudad desde las partes más remotas, a menos que utilicen el metro.
Un año después, lxs trabajadorxs de la empresa adjudicataria se pusieron en huelga por las malas condiciones de su trabajo y la falta de negociación de un convenio colectivo. Hoy siguen peleando por mejorar estas cuestiones.
Además, la llegada del metro ha venido acompañada de unas tarifas más altas que las de los autobuses, sin que se ofrezca al estudiantado una tarifa compensatoria que permita acceder a los campus e IES de manera asequible. Exigimos, por tanto, que se ponga una tarifa para estudiantes en el metro de Granada.
Por todo esto, el próximo día 24 de octubre, y en todas las fechas que están por venir, la USE convoca a huelga estudiantil.
¡OBRERXS Y ESTUDIANTES, UNIDXS Y ADELANTE!
¡FUERA EMPRESAS DE LA UNIVERSIDAD!
¡FUERA MACHISMO DE LAS AULAS!
¡POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA, GRATUITA, DE CALIDAD Y EN IGUALDAD
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